martes, 7 de agosto de 2012

I'm broken.

Me dejo caer sobre la cama, aún con mis auriculares puestos. La luz del atardecer entra por la ventana y los últimos rayos del sol mueren en mi rostro, para evitarlo simplemente hago un gesto de fastidio y me giro, poniéndome del lado perpendicular al haz de luz.
Cierro los ojos, y la música de los Beatles me calma, y hace que deje de pensar en todo por unos minutos. Pero mis emociones vuelven a salir de su escondite cuando empieza a sonar una en particular: "Help, I need somebody" –No lo creo– murmuro para mí misma, en un intento de convencerme. "Help, not just anybody... Help, I need someone" –¿Y si es verdad que necesito a alguien? En todo caso, no sería a "alguien", sería a él. Pero lo mejor es hacerme un favor a mí misma y olvidarle. Cómo me ayudaría que en este momento suene alguna canción que hablara de eso, de olvidar. Así al menos me convencería de que es una buena decisión. Basta de lágrimas, basta de sufrir, basta de noches en velas pensando en ti. Pero hace ya tiempo aprendí que no debo creer en mis palabras, ya que al final nunca importan lo suficiente, te dictas por tus impulsos y ya. Porque una visita sorpresa colándose en tu balcón, un "te quiero" o un beso es suficiente para hacerte perder la razón y volver a lo de antes. Y la historia se repite, una y otra vez.
Me levanto sobre la cama, seco mis lágrimas, que han arrastrado consigo todo el rímmel de mis pestañas, y me lavo la cara. Mañana será otro día, el primer día de una nueva etapa: olvidarle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario